Noviembre 24, 2023. El ingeniero Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros CNPR, participó en la reunión de la Asociación Mundial de Productores de Remolacha y Caña de Azúcar, en su calidad de Vicepresidente del organismo multinacional que agrupa a 36 asociaciones de cultivadores de remolacha y caña de azúcar de 34 países.

Durante el evento efectuado el pasado 20 de noviembre en Londres, Inglaterra, los productores de remolacha y caña de azúcar dedicaron su jornada de trabajo a comparar sus logros en materia de sostenibilidad en los últimos 10 años y sus retos actuales. De dicha sesión se desprendió la siguiente declaración:

La sostenibilidad de la agroindustria de la caña de azúcar y remolacha sólo puede sólo puede alcanzarse centrándose en sus tres pilares: 1) medioambiental, 2) social y 3) económico.

  • En cuanto a la sostenibilidad medioambiental, señalaron que la innovación puede aportar soluciones a muchos retos planteados por la sociedad civil. Las tecnologías innovadoras y la gestión de datos deben promoverse mediante un diálogo constante entre las asociaciones de productores y los institutos técnicos, con el apoyo de los gobiernos. Adicionalmente la producción de azúcar, etanol, electricidad o biogás, la caña y la remolacha tienen un potencial de diversificación excepcional que debería fomentarse para reducir el consumo de combustibles fósiles que debería fomentarse para reducir las emisiones fósiles como gases efecto invernadero en el contexto del cambio climático.
  • En cuanto a la sostenibilidad social, mencionaron que los cultivadores independientes, apoyados por asociaciones de cultivadores deben ser reconocidos como el órgano esencial para representar a los productores en la cadena de suministro del azúcar, permitiéndoles ser escuchados y respetados. Estas asociaciones son la interfaz necesaria entre gobiernos, consumidores y sociedad civil para adaptar y mejorar constantemente las prácticas agrícolas.
  • En cuanto a la sostenibilidad económica, consideran que la actual mejora de las condiciones del mercado del azúcar deberían utilizarse para invertir en la lucha contra las limitaciones de la producción, en toda la cadena de suministro.