Así lo manifestó Ildefonso Guajardo Villarreal. Además aclaró que el tema de la negociación del acuerdo de suspensión no corresponde al inicio de la administración de Donald Trump “ya habíamos iniciado con la administración Obama. Recordarán que el acuerdo se puso en operación en el 2014 con tres años de vigencia”. El funcionario confía en poder reunirse con Wilbur Ross la próxima semana.
México y Estados Unidos decidieron extender hasta el 5 de junio las negociaciones sobre los acuerdos de suspensión que regulan el comercio de azúcar entre ambos países. Al respecto Ildefonso Guajardo Villarreal, secretario de Economía, señaló que Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, sólo manifestó lo que dice la ley; no así los refinadores ya que ellos tomaron una posición muy cerrada “prácticamente empujando a la industria mexicana. Prácticamente evitando que llegue azúcar refinada y pretendiendo que sólo llegue azúcar cruda para ser refinada por ellos”.
En entrevista, en “Fórmula Financiera”, el funcionario federal aclaró que el tema de la negociación del acuerdo de suspensión no corresponde al inicio de la administración de Donald Trump “ya habíamos iniciado con la administración Obama. Recordarán que el acuerdo se puso en operación en el 2014 con tres años de vigencia”. Detalló que el problema del primer acuerdo fue que se asumieron muchas cosas entre ellas, “que se acordaron ciertos precios de entrada al mercado norteamericano, se acordó un nivel de polaridad de nivel de refinamiento del azúcar 99.5; y esto debió haber garantizado que azúcar cruda llegara a los refinadores, pero la realidad es que no llegó porque el mercado americano la utilizó vía otros usos –endulzantes para la industria confitería- de tal manera que quienes iniciaron la investigación realmente no se cumplieron sus expectativas y eso genera la fragilidad del acuerdo”.
Añadió que él reconoció esa parte ante la administración de Barack Obama proponiendo que se incluyeran mecanismos que garanticen que azúcar cruda llegara a los refinadores. Lo anterior, dijo, con cierta obligatoriedad de logística y distribución, sin embargo, “obviamente ya viendo caballo se les antoja el viaje y quieren endurecer los términos del acuerdo”. Señaló que todavía hay margen para llegar a un acuerdo. El funcionario federal reiteró que se buscan esos márgenes de “cómo una negociación viable para ambas industrias y en eso estábamos cuando llegó el plazo”. Detalló que de parte de Estados Unidos “hay pesos y contrapesos, porque esto obviamente por parte de los exportadores de fructosa es peligroso porque saben que el balance que se genere en México pondría presiones para importar fructosa norteamericana.
“Y también a los mismos usuarios de azúcar, les encarece la azúcar. Entonces por salvar algunos empleos de refinadores pones en riesgo a los que hacen azúcar en líquido, a los que hacen a la confitería, dulces, galletas, a toda la industria de productos finales que depende de una azúcar a precios competitivos”. Guajardo Villarreal confía en poder visitar y reunirse con Wilbur Ross la siguiente semana y ahí tratar de aterrizar un acuerdo y tomar decisiones. “El peor escenario es que no se logre, que se siga en automático el impacto y que finalmente después lleguen a presionarnos y utilizar el margen que hoy nos da la OMC (Organización Mundial de Comercio) por la represalias de atún y que las utilicemos contra fructosa”.
Fuente: Grupo Fórmula
Autor: Redacción