Ciudad de México a 18 de diciembre de 2019. La agroindustria de la caña de azúcar de México producirá para la zafra 2019-2020 alrededor de 5.8 millones de toneladas de azúcar, de las cuales podrá exportar al mercado de Estados Unidos de América alrededor de 1.4 millones de toneladas de azúcar durante la zafra 2019-2020, esto representaría un aumento significativo de las exportaciones de 550 mil toneladas, con relación al volumen de la zafra anterior que fueron 850 mil toneladas, informó Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros CNPR.

En reunión con representantes de los medios de comunicación, el líder nacional de los productores caña de azúcar de la CNPR, mencionó que el aumento del volumen se debe principalmente a los requerimientos del mercado estadounidense, lo anterior luego de conocer el más reciente reporte del WASE (indicador que elabora el gobierno de los Estados Unidos de América, mediante el cual se estiman las necesidades de alimentos que importará ese país, entre ellos el azúcar), se da a conocer que dado los efectos negativos causados por el clima en los campos de remolacha de los Estados Unidos de América, las importaciones aumentarán de forma considerable.

Por otro lado, sostuvo que durante la presente zafra, se estima una molienda de 51.1 millones de toneladas de caña, lo que significa 5 millones 918 mil toneladas menos que la zafra 2018-2019. “La baja en la producción de caña se relaciona directamente con las afectaciones por la sequia en los campos cañeros que suma 68% de la superficie sembrada, afectando a 543 mil hectáreas en los estados de San Luis Potosí, Veracruz, Quintana Roo, Tabasco y Campeche”, dijo.

Insistió en que la competencia desleal que enfrenta la agroindustria de la caña de azúcar con los edulcorantes, poco a poco está deteriorando al sector mexicano, en detrimento de los empleos y la economía de los productores cañeros y las familias que de ellos dependen.

De acuerdo con los datos ofrecidos por la UNC, analizando el comportamiento del consumo nacional aparente de edulcorantes calóricos, se observa que durante la zafra 2006 – 2007, en México el consumo de azúcar era de 87.9% y de fructosa de 12.1%, ahora durante la zafra 2018 – 2019 el consumo se ubica en 72.8% para azúcar de caña y 27.1% corresponde a la fructosa de maíz.

Finalmente se refirió a la revisión de la NOM-051-SCFI/SSA1-2010, norma que establece las especificaciones que deben cumplirse en el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas, y mediante la cual se pretende informar al consumidor información sobre los alimentos, entre ellos el azúcar.

En este rubro, la UNC ha realizado una importante propuesta que tiene que ver con la diferenciación explícita: el sello en lugar de presentarse como exceso en azúcares, debería presentar dos opciones: 1) Exceso de azúcar y 2) Exceso de fructosa.

Carlos Blackaller hizo un llamado a la autoridades de Salud y a los propios consumidores a no satanizar al azúcar de caña como un alimento con implicaciones para la salud, ya que en exceso todo es malo ”eso está muy claro, los médicos lo indican”.

Lo importante es que los mensajes institucionales contengan un enfoque multifactorial de sobre peso y obesidad, promover la buena salud, los cambios en el estilo de vida con una alimentación balanceada y variada, la promoción de la actividad física y facilitar que las personas se puedan trasladar caminando a sus centros de trabajo o escolares dijo.