Hoy jueves 8 de noviembre, se llevó a cabo la XXXVI Asamblea General Ordinaria de la Unión Nacional de Cañeros AC de la CNPR, presidida por el ingeniero Carlos Blackaller Ayala, quien en su mensaje inaugural señaló que la actividad que hoy representa a la principal agroindustria de la caña de azúcar de nuestro país, en la que el cultivo de la caña de azúcar se transforma en azúcar, alimentos y diversas formas de energía, hoy está seriamente amenazada, pero también estamos a tiempo de evitar la debacle de esta actividad ancestral, dijo.

El líder de los productores de caña de la CNPR, precisó que existen tres factores que inciden directamente en el deterioro del sector:

1) las importaciones de fructosa de maíz al mercado mexicano a precios dumping, 2) la incertidumbre y restricción en los volúmenes de exportación de azúcar mexicana al mercado de los Estados Unidos de América, pese la existencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y 3) la promoción de campañas negativas, en contra del consumo de azúcar de caña, vinculado a la afectación de la salud a los consumidores.

“Por ello son indispensable dos cosas: la voluntad política, que corrija distorsiones de mercado y 2) un Programa Nacional para la Agroindustria Mexicana de la Caña de Azúcar”, mencionó.

La llegada del nuevo gobierno, la observamos como una gran oportunidad para cambiar el rumbo de la historia de la agroindustria de la caña de azúcar. “En realidad, las futuras autoridades federales, han mostrado amplia sensibilidad ante la problemática que se vive en el campo mexicano y por lo consiguiente en el campo cañero”, agregó.

Destacó que la discusión sobre las prácticas desleales de comercio o dumping, se ha generado desde finales de los90s, con la aplicación de aranceles compensatorios.

También se ha intentado combatir la incursión de la fructosa en el mercado mexicano de edulcorantes, mediante el establecimiento del impuesto especial a los refrescos que utilizaran un edulcorante distinto al azúcar de caña en su elaboración, impuesto que se mantuvo vigente hasta el 2006.

De acuerdo con el dirigente nacional de los cañeros de la UNC, de 2008 a la fecha, las importaciones de fructosa norteamericana a nuestro país, se da libre de arancel, incurre en prácticas de franco dumping, con diferencial de valor del 50%, entre el precio en su mercado en los Estados Unidos y el que registra en las importaciones la Dirección General de Aduanas de México, dijo.

Las importaciones de fructosa y la producción en territorio nacional con maíz importado, alcanzan, en este último ciclo 2017-2018, un volumen equivalente a 1.6 millones de toneladas, desplazando el mismo volumen de azúcar de caña mexicana.

Asimismo, la oportunidad de las exportaciones de azúcar mexicana a los Estados Unidos de América, en el marco del TLCAN, fue restringida desde la propia firma del TLCAN, recordando los efectos negativos para la industria nacional de las “Cartas Paralelas”, firmadas por ambos Gobiernos; fue a partir de 2008 y hasta 2013 que la exportación de azúcar mantuvo condiciones más o menos favorables para desarrollarse en el mercado norteamericano.

En 2014, los azucareros norteamericanos, establecieron contra el azúcar mexicana demandas por supuestas prácticas de dumping y otorgamiento de subsidios, dando como resultado la imposición de aranceles compensatorios y la negociación de Acuerdos de Suspensión de aplicación de dichos aranceles, con exigentes restricciones y requisitos a las exportaciones mexicanas de azúcar.

Según establece la Unión Nacional de Cañeros CNPR, es importante considerar que la presión que tiene la agroindustria de la caña de azúcar es sumamente alta, ya que la producción de azúcar ubicada en 6 millones de toneladas, mas la oferta de fructosa, obliga a exportar los excedentes de azúcar en condiciones desfavorables para el sector cañero.

De tal forma que concurrir a la exportación, con 1.8 millones de toneladas, cantidad equivalente al 30% de la producción media nacional, para este último ciclo (17-18), significó una pérdida económica no menor a 8 mil 500 millones de pesos, afectando el ingreso de los cañeros, en casi 100 pesos por tonelada de caña procesada en la zafra 2017-2018.

“La situación descrita tiende a ser más agresiva, si consideramos que los Estados Unidos de América, han reducido en casi 300 mil toneladas el cupo para 2018-2019, la expectativa de una mayor producción nacional, hace pronosticar que la exportación al mercado mundial se triplique, llegando al 16% de la producción, equivalente a un millón 6 mil toneladas. Con los bajos precios mundiales, la reducción de acceso a los EEUU y la propia contracción de los precios nacionales, se estima una afectación económica superior a los 13 mil millones de pesos, 57% de esta cifra se afectará el ingreso de los cañeros”, afirmó.

Es importante tomar en cuenta que la reciente renegociación del TLCAN, que derivó en un nuevo Acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá, no abordó el tema de las prácticas de dumping en la fructosa, ni restricciones a las importaciones de azúcar norteamericana hacia México, por ello, se vuelve relevante atender oportunamente a estos factores estructurales en la relación binacional, lo que evitaría altísimos costos para el erario nacional. Asimismo, se evitaría los costos socioeconómicos, ante una crisis inmanejable en las regiones productoras de caña de azúcar, concluyó.

En tanto, en representación del secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Baltazar Hinojosa, Victor Isaac Cain Lascano, director general del CONADESUCA, reconoció que la agroindustria de la caña de azúcar es la más importante del país, por sus implicaciones sociales, políticas y económicas.

Coincidió con lo expresado por el líder de los cañeros CNPR, en el sentido de que existen factores que ponen en una situación de riesgo a la actividad, por lo que invitó a que los ingenios lleven a cabo sus compromisos de exportar los volúmenes de azúcar que les corresponden. “Esto permitirá mantener una relativa estabilidad en el sector”, explicó antes de llevar a cabo la inauguración de la Asamblea.